miércoles, 9 de febrero de 2011

(largo el viaje)

Un viaje largo y múltiple que nos traiga hasta aquí. A lo lejos
brilla la ciudad: cada ventana con su insomnio;
por lo que se ve la revelación ha terminado: ya nadie
habla a través de estas piedras, de estos manantiales, del crujido
          de la ciudad remota;
o tal vez ya no queda por revelar
y todo el contenido sea el presente sin orillas fijas.

Lo que sí hay es transformación: de piedra en viento, de
            bandada en coplas,
mudanza que vamos conociendo por el resultado,
con el pelo revuelto
y aferrados al traslado de un porvenir a otro.

Desde aquí se ve el vuelo nupcial de las luciernagas, se oye la
           tormenta en la cripta materna: madre de todo lo que
           suena;
y este es el hueco donde estamos: éste
el hueco donde todavía estamos hasta que, como a las piedras
           de la orilla
nos lleve la corriente.

Largo el viaje, largo el beneficio.

Santiago Sylvester, poeta (1943); De " El reloj Biológico" Edicones del Dock - 2007

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