domingo, 3 de julio de 2011

Digamos que siempre no es la palabra

Porvenir

Digamos que todos esperan como yo 
el porvenir de amianto; 
los peces en el agua,
los pájaros del mundo en sus nidos de escoba 
la pobre culebra que navega a sus anchas 
en su pueblo de origen. 


Digamos que otros esperan algo más, 
esperan que un día la boca se abra 
y los vomite para siempre. 


Digamos que siempre no es la palabra 
digamos tal vez o nunca 
para coincidir con los horarios 
de la cosmogonia celestial y sus leyes profundas. 


Digamos que esperan que los fragmentos 
y el oscuro centro que vive en la memoria 
se junten. 


Digamos, que otros esperan 
brotar por la boca transmitiendo 
el afortunado secreto de la música 
en esa imprevista noche por llegar. 



Visiones


Desfilan en su circo particular
van por todas partes comen el tiempo 
y lo que sobra 
¿Usted sabe? 
Historias que se tejen 
en todos los momentos 
y se repiten y giran cambiando de colores. 


Son palabras 
muletillas de bigotes gruesos 
disfrazadas de sirvientas. 


No hay tregua en esas turbulencias 
e imagino los días, 
las noches 
y el lugar 
donde pactaré con ellas 
un duelo a sangre fría.


Rodolfo Privitera, poeta ( ? -2011) De "Nadar de espalda" - Ediciones Argos -2010

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