El estremecimiento es un camino
que atraviesa el cansancio.
Sentado luego de un día de trabajo
no renuncio a lo desconocido
para conciliar una idea del mundo.
Acerco cada mínuto
a esta paz
y el bien confiado
desplaza sus razones
descorre las cortinas de lo diario.
Mi sonrisa es torpe
visto desde lejos.
Nada encontré
que no haya buscado.
Te sigo de hace un tiempo. Tengo "la vida que se conoce" porque me había llegado la invitación a la presentación y, aunque no fui, luego vi el libro en El Espejo, y me tenté de llevarlo, para ver.
ResponderEliminarDisculpá que te corrija, pero es "atraviesa", con ese, y no "atravieza". Por lo demás, me gusta tu modo de decir las cosas (que hay que decir).
Tamarit, se agradece esta preocupación y el tiempo que se toma. Salud.
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