Un viaje largo y múltiple que nos traiga hasta aquí. A lo lejos
brilla la ciudad: cada ventana con su insomnio;
por lo que se ve la revelación ha terminado: ya nadie
habla a través de estas piedras, de estos manantiales, del crujido
de la ciudad remota;
o tal vez ya no queda por revelar
y todo el contenido sea el presente sin orillas fijas.
Lo que sí hay es transformación: de piedra en viento, de
bandada en coplas,
mudanza que vamos conociendo por el resultado,
con el pelo revuelto
y aferrados al traslado de un porvenir a otro.
Desde aquí se ve el vuelo nupcial de las luciernagas, se oye la
tormenta en la cripta materna: madre de todo lo que
suena;
y este es el hueco donde estamos: éste
el hueco donde todavía estamos hasta que, como a las piedras
de la orilla
nos lleve la corriente.
Largo el viaje, largo el beneficio.
Santiago Sylvester, poeta (1943); De " El reloj Biológico" Edicones del Dock - 2007
¡qe hermoso texto, lisboa! en cualquier momento se lo robo.
ResponderEliminarabrazo.
Qué hermoso poema. Gracias por difundirlo.
ResponderEliminarGracias a los dos por acercarse. Hay que leer a don Sylvester.
ResponderEliminarUn saludo.
buenísimo. acabo de robarlo. gracias.
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