Las manos
sobre tu rostro, los labios bajo tus besos,
creí
“llegar al fondo de tus ojos” y no volver, o sea, no
llegar:
¿nunca
habré caminado lo suficiente para apoyar mi
cabeza en tu hombro y rehacer el camino:
La hilera
de pinos trepando la montaña, un adiós casi
un gesto tuyo,
y el ocre
macilento donde el futuro es sólo una semilla
arrojada
al rigor del invierno?
En
realidad, estoy triste: en realidad, no estoy triste;
en
realidad, toda verdad es arrojada siempre al rigor y
sabe a despedida;
en
realidad, te miro a los labios y espero:
ahora mi
silencio ya no es lo que callo sino las palabras
que
me faltan,
también
esta humildad es otra forma de creer que te amo.
Alberto Szpunberg (1940 ) – de “ Luces que a lo lejos/Aparición con vida” – Ediciones Colihue – 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario