Sin tus iniciales
Sin ganas de vivir
de esperar tu muerte en la cocina
con los autos corriendo afuera
pero sin perder
a tu perra jugando en el patio
la risa de los años ochenta
y el abrazo de tu vieja aunque ya esté muerta
Así te conocí
con los ojos partidos
y una mano colgada de un hilo que tironeaba la muerte
Con tu amor utópico abollado en las botas
y el pantalón abierto al cambio efectivo
La radio susurraba desde el bolsillo de tu camisa
y frente a mí
tus papeles en la carpeta del dolor sistematizado
No pude más que tirar de un hilo que anudé en tu mano
en esa que todavía roza la vida.
Fugitiva
Esta es la verdad:
tu palabra tomó vuelo
y se estrelló contra la pared.
La ventana cerrada.
La cortina verde.
Que te quedes quieto,
así.
Que te quedes callado.
Que sigas callado.
La canilla llora ausencias.
Tarantela con los dedos sobre el mantel.
Pánico a lo que guarda el mundo tras la ventana
hartazgo de lo que esconde de este lado.
Que no puedas querer
que no sepas querer
que no quieras poder
no justifica el televisor gritando.
El beso de las buenas noches
la pesadilla del estómago vacío
del alma del cuarto del sueño vacío.
Pasa el rato, no hay nada...
Sólo sé que tengo corazón cuando me agito
y corren mis ganas de huir.
Angie Ferrero, poeta argentina (1980) - De "la soga en los pies" -Ciprés ediciones - 2012
No pude más que tirar de un hilo que anudé en tu mano/ en esa que todavía roza la vida... este final es una locura! me encantaron estos poemas! qué bueno que nos traés estas voces! muchita gracia! beso de nublado! la cami
ResponderEliminarGracias, qué alegría me regalaste, un abrazo fuerte!
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